martes, 15 de noviembre de 2011

Un día ¿En la Farmacia?

A la hora de hacer la maleta para venir a Nueva York tuve que ser muy selectiva, ya que sólo disponía de un bulto de máximo 23 kg. Opté por traer toda la ropa que pude, ya que no soy muy dada a las compras, dejando allí los productos higiene personal, materiales de escritura, paraguas, etc, ya que son productos pequeños, que en su mayoría pesan demasiado.  

Una vez deshecho el equipaje tocaba hacer una lista de las cosas que tenía que comprar. Con el papelito en el bolso salí a dar una vuelta por la ciudad, decidida a conocer un poco el lugar y fichar posibles tiendas donde hacer mis recados de vuelta a casa. Lo único que no me costó encontrar fue un sitio para comprar mis cosméticos. Había tiendas Sephora por todas partes. Sin embargo allí no tenían champús, ni gel para el cuerpo, así que le pregunté a mi amiga dónde podía encontrar un lugar en el que tuviesen más variedad que en un supermercado, para poder elegir el más educado. Su respuesta fue simple: en la farmacia.

Esa fue la primera vez que escuché esa frase, y se convirtió en habitual a medida que pasaban los días. ¿Dónde puedo sacarme unas fotos de carnet? ¿Dónde puedo comprar un paraguas? ¿Dónde puedo comprar unas medias? Para todo la respuesta era la farmacia. 

La verdad es que no me extraña que sean inmensas porque ahí dentro disponen prácticamente de todo. Cuando entras en una de ellas tienes la sensación de estar entrando en un gran supermercado, muy bien iluminado y con diferentes pasillos divididos por secciones. Por ejemplo, en uno puedes encontrar productos de limpies para el hogar, en otro caramelos y chocolatinas junto con juguetes para los más pequeños. ¿Qué más se esconde entre sus hileras de estanterías? Pues por ejemplo útiles de papelería como bolígrafos, cuadernos y archivadores así como una amplia variedad de postales para felicitar el cumpleaños, halloween, acción de gracias, el nacimiento de un bebé, etc. A parte de lo que he mencionado antes de que hacen fotografías de carnet, también disponen de máquinas para imprimir fotografías que lleves en un soporte digital. 

Si seguimos paseando toparemos con una zona dedicada a los cosméticos y a la higiene personal, con champús, geles, cremas de cuerpo y cara, maquillajes... donde hay un montón de marcas dónde elegir. Puedes encontrar hasta secadores y planchas para el pelo. Se puede encontrar de todo, incluso si tienes necesidad de comprarte una bragas... no lo dudes, la farmacia es el lugar adecuado.

¿Que tienes hambre? No te preocupes, también hay una zona dedicada a la alimentación, con algunos productos básicos, como pasta, arroz, tomate, leche, galletas, y lo típico de aquí, la comida preparada enlatada. Si te entra la sed, no muy lejos podrás elegir entre bebidas isotónicas, refrescos, zumos y agua, tanto frías como del tiempo. ¿Te apetece montar una fiesta de última hora? Disponen de platos, vasos y cubertería de plástico en todos los colores así como de manteles, servilletas, confeti y globos para decorarlo todo. Por si esto fuera poco, si se te ha estropeado el equipo de música o incluso la televisión, o si te has cansado de tus videojuegos y te apetece adquirir uno nuevo, basta con acercarse a la zona de pago, dónde podrás encontrar algunos artículos de electrónica.

¿Desorientados? Seguimos dentro de la botica. Acercándonos ya a lo que se venden normalmente en estos lugares, encontramos los suplementos vitamínicos. Al contrario que en España, aquí están a disposición de todo el mundo, sin necesidad de receta. Puedes encontrar desde Calcio hasta vitamina C. Es una locura, porque el abuso de estos complementos puede tener graves efectos sobre nuestra salud. Sin embargo, a mi me ha salvado la vida, ya que tengo una leve anemia y estoy tomando unas pastillas de hierro, y con las prisas me dejé la receta en Bilbao. Junto a esto, encuentras también productos para adelgazar rápidamente y jarabes para eliminar la celulitis en tiempo récord. Apto para todos los públicos. Incluso podemos encontrar también genéricos para el catarro, para la gripe, mareos, jarabes para la tos. ¿Dónde ha quedado eso de concienciar a la gente para que no se automedique? En nuestras farmacias, cuando vas a comprar algo tan simple como unas aspirinas te hacen un interrogatorio sobre el uso que vas a darles, y aquí hasta un menor puede obtenerlas sin ningún problema. Me recuerda al hecho de que puedan conducir con 16 años y, sin embargo, tienen que ser mayores de 21 para poder beber. ¿Alguien lo comprende?



Supongo que a estas alturas os preguntareis si realmente venden medicamentos en estos lugares, ¿no? Pues tranquilos, que después de habernos recorrido todo el local, justo al fondo, encontramos un mostrador, donde un farmacéutico, tras enseñarle nuestra receta, nos proporciona amablemente lo solicitado. 

Como siempre hay que tener acceso a fármacos en caso de emergencia, muchas de ellas están abiertas las 24 horas del día.

A estas alturas, la conclusión que podemos sacar es que las Pharmacy es que son una mezcla de droguería, gasolinera, Hipercor y un poquito de farmacia. 

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